¿Qué es?

Es la inflamación  del tendón, la estructura que une el músculo con el hueso, y causa molestia y sensibilidad alrededor de la articulación.

La mayoría de los casos de tendinitis se pueden tratar eficazmente con reposo y fisioterapia. También podemos apoyar la recuperación con aporte de vitaminas y otros componentes necesarios para el buen mantenimiento de los tendones. 

Síntomas de la tendinitis.

La existencia de dolor o sensibilidad especial cuando se fuerza el músculo al que está unido el tendón que se crea afectado. La hinchazón en la piel y la sensación de calor también orientan el diagnóstico. Se acentúa especialmente por las noches y empeora con la actividad física o el movimiento en general de la articulación.

Causas de la tendinitis.

Normalmente se origina en la repetición de un movimiento en particular a lo largo del tiempo. Trabajar en empleos específicos que implican movimientos repetitivoso malas posturas, así como la práctica habitual de algunos deportes más agresivos puede favorecer esta dolencia. Uno de los factores de riesgo para la tendinitis incluyen la edad, con el tiempo los tendones se vuelven menos flexibles y más vulnerables a las lesiones. 

Muchas personas padecen tendinitis porque sus trabajos o pasatiempos implican movimientos repetitivos, que tensionan los tendones. Una técnica adecuada a la hora de realizar estos movimientos es especialmente importante para evitar lesiones..

Cómo prevenir la tendinitis

Evita actividades que provoquen un esfuerzo excesivo para tus tendones, especialmente por períodos prolongados. Si notas dolor durante un ejercicio en particular, suspende y descansa .Los ejercicios con máquinas te pueden ayudar a combinar un ejercicio de carga por impacto, como correr, con ejercicios de menor impacto, como la bicicleta o la natación.

Después del ejercicio, tómate tu tiempo para estirar, y así poder maximizar la amplitud de movimiento de tus articulaciones. El mejor momento para estirar es después del ejercicio, cuando los músculos entran en calor.

Fortalecer los músculos que usas en tu actividad o deporte puede ayudarnos a resistir mejor el esfuerzo y la carga.

Otra forma de prevenir la tendinitis es mediante la correcta alimentación.  Una correcta hidratación hará que los tendones estén bien irrigados ya que, al ser una zona a la que no llega tan bien el líquido, es una de las que más rápido se resienten al entrar en fase de deshidratación. Por tanto, es vital hidratarse correctamente en todo momento.

La vitamina C es un compuesto imprescindible para producir colágeno que proporcionará fuerza a la estructura de nuestros tendones. Algunos de los alimentos ricos en esta vitamina son los cítricos, tomates o el brócoli.

El Magnesio es un mineral  que nunca debe faltar en nuestra dieta para mejorar nuestros tendones por su capacidad antioxidante y mejora de la regeneración celular, presentes en plátanos, higos…

El manganeso activa enzimas como la prolidasa, que son utilizadas por las células para producir prolina, la cual se encarga de dar forma a las fibras de colágeno. El manganeso lo encontramos en el arroz integral, la avena y la piña, entre otros alimentos.

El zinc actúa como cofactor para la síntesis de colágeno y activa una proteína que lo remodela durante la cicatrización de heridas. Este mineral se encuentra en mariscos, ostras, nueces, aves y carnes.