mantener una inflamación controlada disminuye el riesgo de lesión

Inflamación y el riesgo de lesiones

Vivimos intentando aliviar las molestias provocadas por un cuerpo inflamado, algunas veces por lesiones, pero existe poco conocimiento del efecto que tiene un cuerpo inflamado en la disposición a ser lesionado. A continuación, te contamos porqué es mantener una inflamación controlada disminuye el riesgo de lesión.

 

"Inflamacion

La inflamación física es una respuesta biológica del cuerpo ante un daño o estrés en los tejidos, ya sea por una lesión, infección o irritación. Cuando ocurre una lesión, como un esguince, desgarro muscular o fractura, el cuerpo reacciona enviando más flujo sanguíneo y células inmunitarias al área afectada para repararla. La inflamación es parte de este proceso natural de curación, pero también puede complicar las lesiones si no se controla adecuadamente.

La inflamación no solo es una respuesta a la lesión, sino que también puede aumentar el riesgo de nuevas lesiones. Los tejidos inflamados son más débiles y menos flexibles, lo que los hace más susceptibles a sufrir daños adicionales. Controlar la inflamación es fundamental para prevenir complicaciones y facilitar una recuperación rápida y efectiva. Aquí es donde entran en juego productos como Curmacell y Tendocomplex, que pueden ayudar a regular los procesos inflamatorios y promover la regeneración de los tejidos dañados.

 

¿Sabías que un cuerpo inflamado aumenta el riesgo de lesión?

La inflamación juega un papel crucial en el riesgo de lesiones físicas, tanto en su aparición como en su recuperación. Hay varios aspectos

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a considerar:

  1. Inflamación aguda: Es una respuesta natural del cuerpo ante una lesión o daño tisular. El objetivo es proteger la zona afectada, eliminar los tejidos dañados y comenzar el proceso de reparación. Sin embargo, durante esta fase, la inflamación puede aumentar la sensibilidad y el dolor, lo que puede llevar a un movimiento limitado. Si no se maneja adecuadamente, el área afectada se vuelve más vulnerable a nuevas lesiones debido a la debilidad temporal o la falta de estabilidad.
  2. Inflamación crónica: Si la inflamación se prolonga en el tiempo, puede convertirse en un estado crónico, lo que significa que el cuerpo sigue intentando “curar” el tejido cuando ya no debería hacerlo. Este proceso prolongado puede deteriorar la estructura de los tejidos, como músculos, tendones y ligamentos, lo que aumenta la probabilidad de lesiones, ya que estos tejidos se debilitan y pierden flexibilidad. El tejido inflamado crónicamente es más susceptible a sufrir lesiones por estrés o uso excesivo, comunes en deportes o actividades físicas de alta intensidad.
  3. Cambios en la biomecánica: La inflamación puede alterar la biomecánica del cuerpo. Por ejemplo, la inflamación en las articulaciones o los músculos puede cambiar la forma en que un atleta se mueve, lo que puede generar un patrón de movimiento no óptimo y, eventualmente, provocar una lesión en otra parte del cuerpo debido a la sobrecompensación.
  4. Disminución del rendimiento muscular: Durante la inflamación, el flujo de sangre a los músculos puede reducirse, lo que disminuye el suministro de oxígeno y nutrientes esenciales para el rendimiento muscular. Además, la hinchazón puede limitar el rango de movimiento, lo que aumenta la posibilidad de sufrir una distensión o desgarro muscular.
  5. Respuesta al estrés físico: En deportistas o personas físicamente activas, el estrés constante sobre los músculos y las articulaciones puede generar microtraumatismos repetitivos, desencadenando procesos inflamatorios. Sin una adecuada recuperación y gestión de la inflamación, este estrés acumulado puede convertirse en una lesión más grave.

 

Sabiendo esto podemos entender por qué controlar la inflamación, puede ayudar a reducir el riesgo de lesiones, acelerar la recuperación y mantener el equilibrio del cuerpo. La disminución de la inflamación se puede lograr, entre otros, a través de descanso, compresión, crioterapia, alimentación adecuada o el uso de productos como los nutracéuticos especializados como lo es Curmacell, por ejemplo.

¿Cómo funciona Curmacell?

Curmacellmantener una inflamación controlada disminuye el riesgo de lesión. Curmacell, cúrcuma para controlar la inflamación. es un complemento alimenticio 100% natural que combina TurmXtra con Jengibre y Vitamina C. Con esta combinación busca reducir la inflamación y percepción del dolor en articulaciones y huesos.

  • TurmXtra™ es un extracto de cúrcuma soluble patentado con una alta biodisponibilidad. Hablamos de una curcumina tratada y con estudios clínicos que prueban su eficacia. Sus estudios clínicos demuestran efectos beneficiosos en salud de articulaciones, salud cerebral, cuidado de la piel, nutrición deportiva y salud del hígado.
  • La vitamina C es beneficiosa para la formación de colágeno y el buen funcionamiento del cartílago y huesos.
  • El jengibre fomenta la absorción de la cúrcuma y la vitamina C. Aumenta las propiedades antiinflamatorias y apoya la salud de las articulaciones.

Estos principios activos han mostrado tener efectos beneficiosos en los mecanismos de las articulaciones en tan solo 48 horas, haciendo Curmacell ideal para el mantenimiento y bienestar para tus articulaciones.

 

Te invitamos a probar Curmacell con la intención de controlar la inflamación y así aliviar y prevenir lesiones. Encuéntralo haciendo click aquí.

 

 

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